El fenómeno, que causó estragos a su paso por naciones del Caribe, penetró a las 05:05 hora local, con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora (km/h) y rachas de 220.
Los pronósticos advierten que en las próximas horas el sistema se desplazará hacia el oeste-noroeste a 24 km/h sobre la península de Yucatán.
De acuerdo con un aviso divulgado por el SMN, las bandas nubosas del sistema ocasionan lluvias torrenciales (de 150 a 250 milímetros) en las demarcaciones de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, e intensas (de 75 a 150 mm) en las entidades federales de Chiapas y Tabasco.
Asimismo, se registran rachas de viento de 175 a 215 km/h, oleaje de seis a ocho metros (m) de altura, marea de tormenta de tres a cinco m y posibles trombas marinas en costas de Quintana Roo y Yucatán, así como rachas de 120 a 140 km/h y oleaje de cuatro a seis m en Campeche.
Según refiere, tales precipitaciones podrían generar encharcamientos e inundaciones en zonas de los estados mencionados, por lo que exhortaron a la población, a los turistas y a la navegación marítima, a atender los avisos del SMN, de la Comisión Nacional del Agua, y a seguir las recomendaciones de Protección Civil.
La Coordinación Nacional de Protección Civil emitió previamente alerta roja (peligro máximo) para áreas como el centro, este, oeste, norte y sur de Quintana Roo, y el este, sur, centro, norte y noreste de Yucatán.
Solo en el sureño estado de Quintana Roo, el gobierno desplegó más de 13 mil elementos del Ejército y otras instituciones, casi dos mil vehículos y ocho helicópteros, ante el inminente paso del huracán, además de suspender clases y la habilitación de refugios, entre otras medidas.
Beryl sería el tercer sistema de la temporada ciclónica en el Atlántico, iniciada el 1 de junio, en tocar territorio mexicano, pues antes lo hicieron Alberto, la primera tormenta tropical del período, que ocasionó seis muertos, y Chris, que dejó a su paso intensas lluvias e inundaciones en parte del país.(Prensa Latina)